HISTORIA

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En 1850, nuestro tatarabuelo, Josep Batlle, trabajaba como bodeguero y agricultor para la familia propietaria de los viñedos de la Plana, en el valle del río Noia.  En tiempos de la filoxera, una plaga que había devastado los viñedos de Francia y de gran parte de Europa, su hijo Pau Batlle trabajó vendiendo vino a compradores franceses que producían espumosos. Estos conocían bien Cataluña, puesto que en aquellos tiempos era primer proveedor de sus corchos. Con el  xarel·lo como base aprendió a afinar nuestros vinos para aquel propósito.

Fue así como en 1881 creó una bodega propia, el Celler Batlle, y pudo comprar los viñedos en los que había visto trabajar a su padre.

LA UNIÓN DE DOS SAGAS

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La siguiente generación, su hija Pilar, contrajo matrimonio con Bartolomé Gramona, hijo del entonces presidente del Gremio de Taberneros de Barcelona y fundador de La Vid Catalana, publicación de la Asociación de Productores de Vino Catalana, y natural de San Sadurní, Josep Gramona.

Esto supuso la unión de dos sagas del vino que a principios del siglo XX se iniciaron ya con la marca Gramona en el mundo del espumoso.

VISIONARIOS Y PIONEROS

En 1945 arrancó con fuerza una nueva era, con Bartomeu y Josep Lluís, la generación del esfuerzo. Visionarios y pioneros en la elaboración de vinos espumosos de larga crianza en el Penedés. El primer Gramona III Lustros se elabora en 1951 para ser pionero: un espumoso concebido con vocación de larga crianza (se comercializa desde 1961). Hasta finales del siglo XX, los dos hermanos dirigieron el rumbo de una pequeña bodega muy apreciada por la calidad de sus vinos.

El alma de esta generación, Josep Lluis Gramona, todavía cuida de que la nave siga su rumbo, pisando cada día nuestras tierras.

Presente

LA PERSONALIDAD DE UN VINO

Hoy la historia de nuestro vino la explica la personalidad de una nueva generación formada por un Gramona -Jaume- enólogo tozudo, trabajador, expeditivo y con carácter de descubridor; y por otro Gramona –Xavier- analista, pensador y soñador, ambos empeñados en la excelencia del espumoso del Penedés. Por encima de ellos, la de un Gramona, padre y tío, – Josep Lluís- eterno espíritu joven, pero ya experimentado y cauto, que ha sabido transmitir a los anteriores los valores del seny tan propios del emprendedor catalán de siempre. Hoy interpretamos y transformamos la riqueza de la herencia recibida de las generaciones anteriores.

NUESTRO EQUIPO

A ellos se ha unido un equipo de entusiastas, amantes del vino, que consigue con mucho empeño dar valor a la propuesta de Gramona: transformar el fruto de la tierra en el mejor vino espumoso posible con cabida en la mesa de las grandes burbujas del mundo.

En los últimos años, también hemos querido llevar nuestro conocimiento y entusiasmo a otro tipo de vinos. Creemos que la riqueza de nuestra tierra nos permite elaborar también vinos tranquilos y dulces con capacidad de complacer. Desde esta última generación nos hemos adentrado con humildad en esta aventura, recuperando costumbres de nuestra familia de principios del siglo pasado. Nos guía la curiosidad y la creatividad, y esperamos expresar toda la belleza de nuestro paisaje sin más límites que los que ponga el ser humano y la historia.